jueves, 18 de septiembre de 2014
Capítulo 52: Strong.
---FIN DE LA NARRACIÓN DE ZAYN---
---NARRA ____(TN)---
Tú: ¿¡QUE ATALÍA ESTÁ DÓNDE!?-chillé a Harry, sintiendo como ardían mis ojos, preparados para empezar a llorar-
Harry: Cálmate, ___(tn)-dijo sentándose en mi cama, observando como yo caminaba a paso acelerado por mi habitación-
Tú: ¡Vamos a verla!-dije algo más tranquila- no sé que hacemos aún aquí.
Harry: Las horas de visita se han cerrado, ____(tn)-respondió el ojiverde sereno-
Tú: Ah-respondí sin más. Estaba nerviosa, tan solo había llamado Liam diciendo que Atalía estaba en el hospital, ni más ni menos, no había dado más información-
Harry: Supongo que me tengo que ir ya-dijo mientras se levantaba de mi cama y caminaba a paso sereno hacia la puerta-
No quería que se fuera. Aún no. Ahora no. Quería que se quedara.
Tú: Espera-dije mientras le abrazaba por la espalda- quédate.
Sentí como se hinchaba su pecho de aire y luego lo soltaba en un denso suspiro. Se giró sobre sus talones y rodeó mi cuerpo con sus fuertes brazos, me apretó, me apretó fuertemente contra su pecho, tan fuerte, que incluso me costaba respirar.
Harry: Vayámonos, tú y yo-susurró en mi oído- fuera de tu casa, a comer por ahí.
Levanté la cabeza despacio, lo suficiente para mirar sus brillantes ojos, en su cara estaba una sonrisa dibujada. Lo pensé. Atalía estaba hospitalizada, y no sé si es el mejor momento para una fuga. Aún que no era una fuga del todo, por la tarde iríamos a verla. Suspiré con una sonrisa ladeada, y asentí con la cabeza.
Harry: ¡Pues vamos!-chilló como un niño pequeño, me agarró de la muñeca y bajó escaleras abajo a toda velocidad-
Al llegar al piso de abajo, mi madre se nos quedó mirando con una mirada delatadora y una sonrisa traviesa.
Alma: ¿Dónde crees que vas, señorita?-dijo mirándonos sospechosamente-
Tú: A comer, mamá-dije entre resoplidos. Pocas veces me quedaba en casa de mi madre, pero cuando lo hacía, era un control absoluto-
Alma: ¿Y este chico es tu novio?-dijo mirando a Harry mientras levantaba una ceja-
Harry: Sí, señora-respondió éste tan rápido que no me dejó responder a mi. Le miré extrañada. Cada vez se le iba más la cabeza. Negué mentalmente y suspiré-
Alma: Está bien-dijo- ¿hoy pasaras la noche en tu apartamento, hija?
Tú: Creo que sí, mamá.
Alma: De acuerdo. Tened cuidado.
Harry me agarró de la mano y tiró de mi, no sin antes coger los dos abrigos y me llevó hasta su coche. Abrió la puerta del copiloto dejándome entrar, me adentré en su cálido coche. Aspiré fuerte, siempre tenía un embriagador aroma a pino, cerré los ojos delicadamente y rápidamente los volví a abrir, encontrándome a Harry a centímetros de mi, ya en su asiento y mirándome fijamente. Besó dulcemente mi frente y arrancó el coche.
Empezó a conducir con una velocidad media. Y empezó a cantar. Una dulce canción.
``Me haces fuerte hoy.
Lo siento si te necesito, no me importa,
no temo al amor,
porque cuando no estoy contigo,
más débil soy, tan débil soy.´´
Respiré profundamente y cerré los ojos, dejando que la canción se adentrara en mi mente. Quería pensar que no era una canción al tuntún, elegida por el aburrimiento, mi mente quería pensar que la había elegido para mi, porque siente eso. Pero por una parte, son sólo tonterías, no es más que eso, una canción elegida. Nada que ver. Suspiré profundamente, abrí los ojos y empecé a mirar por la ventana.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario