Estamos las tres sentadas en una misma mesa, Bego, Atalía y yo, por ese orden, el profesor da la clase con su típica voz amargada, y aun que intento prestar atención... no, no puedo, en mi cabeza solo hay una cosa, o mejor dicho, una persona Harry Styles.
¿Qué querrá hablar? ¿por qué querrá hablar? después de nuestra pequeña conexión a la hora del recreo, no he podido volverlo a mirar a los ojos, siento que si le vuelvo a mirar, me besará.
Atalía: Eh, ____(tn)-dijo bajándome de las nubes- ¿en que piensas?
Tú: Yo...-dije mirando hacia mi libreta vacía- no sé...
Bego: Hey, ¿qué pasa?-dijo casi adivinando lo que pasaba por mi mente-
Tú: No sé ni lo que pensar, chicas-dije en un largo suspiro- todo es realmente confuso-negué varias veces con la cabeza mirando hacia mi estuche-
Atalía: ¿A qué te refieres?-dijo mientras me acariciaba levemente la espalda-
Bego: ¿Es Harry?-dijo adivinando mis pensamientos y suspirando pesadamente-
Tú: Sí...-admití rancia- no sé porque es tan bipolar, lo odio-dije cansada-
Atalía: A lo mejor...-dijo con una media sonrisa en la cara- es un chico que no sabe demostrar sus sentimientos.
Bego: Atalía, creo que tú y yo tenemos que hablar-dijo sonriendo-
Atalía: ¿En tu casa o en la mía?-dijo mientras subía y bajaba las cejas, para luego reír con su risa escandalosa-
Profesor: ¡Señorita Alonso y compañía!-dijo llamando nuestra atención- si no se callan tendrán que ser expulsadas de esta clase-dijo mirando fijamente hacia nuestra mesa-
Tú: ¡No!-dije asustada- no señor, nos callamos-escuché como Atalía se aguantaba la risa, oh, no, será mejor que se calle-
Las últimas horas pasaron rápido, me despedí de las chicas y los chicos en las puertas de la Universidad, y antes de girarme y tomar el camino de vuelta a mi casa, Harry me regaló su sonrisa amplia y brillante acompañado de un ''nos vemos a las cinco''.
Y sin darme cuenta, y sin querer, en mi cara, se dibujó una pequeña sonrisa.
Llegué a casa en un suspiro, dejé la mochila en el recibidor, al lado de la puerta de entrada, me quité mi chupa y la dejé colgada en una de las sillas de la cocina, y me puse a cocinar un poco de pescado con una ensalada, comí tranquila con la compañía de mi televisor y el sonido de mis vecinos de arriba moviendo muebles, genial. Me cepillé los dientes al terminar y lavé el único vaso, plato y cubierto que tenía. Me cambié por algo más cómodo.
Y me solté el pelo, me había crecido bastante, y debía cortarlo, lo tenía casi por media espalda.
Las cuatro y media, y sonó el timbre. Me dirigí hacia la puerta, y al abrir me encontré con su pelo desordenado y su amplia y preciosa sonrisa acompañada de unos ojos verde esmeralda brillantes.
Tú: Hola, Styles-dije mirando la hora en mi reloj- ¿qué haces aquí tan pronto?
Harry: No aguantaba esperar más para verte-dijo mientras me regalaba su sonrisa más sincera-
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