Desperté por el dulce piar de los pájaros y el sol colándose entre los agujeros de las persianas, entreabrí un poco mis ojos verdes para que el dolor en la retina fuera algo más suave, toqué el lado aun caliente en el que la noche anterior descansaba Zayn y no se encontraba allí, me giré mirando hacia la cama donde reposaban Liam y Atalía y tampoco estaban allí, me levanté a duras penas y ya de pie estiré mis músculos entumecidos y suspiré con pesadez, miré mi cuerpo y aun llevaba la sudadera de Harry, olía a él, olía terriblemente bien, me quedaba enorme, gigante, y larga, algo más arriba de la mitad del muslo, tapando los pantalones del pijama haciendo una ilusión óptica de que solo llevaba eso.
Me dirigí hacia el baño que estaba dentro de la habitación y me sorprendí al ver mi cara, parecía un jodido panda drogado, no me había desmaquillado la noche anterior y ahora llevaba el eye liner y el rimmel por la altura de la comisura, rápidamente me lavé la cara con agua y jabón fuertemente y me miré en el espejo, mucho mejor. Me recogí el pelo en una coleta alta y desaliñada con una de las gomas que siempre llevo en una de mis muñecas, y después de asearme un poco salí de la habitación andando por el largo pasillo hasta llegar a las escaleras y escuchar voces procedentes de la planta de abajo. Bajé despacio y me encontré con todos en el salón charlando animadamente.
Zayn: ¡Por fin despiertas, pequeña!-dijo con su típica preciosa sonrisa-
Tú: ¿Qué hora es?-dije con la voz aun algo adormilada y ronca mientras me rascaba mi ojo izquierdo-
Louis: Las once y media-dijo mientras llevaba una taza de café a sus finos labios-
Tú: Oh-dije tímida, notando como mis mejillas se tornaban de un color rojo carmesí-
Harry: Ay, rojiza-dijo negando con la cabeza mientras se levantaba- anda, ven, te voy a preparar algo de desayuno.
Me fijé en su vestimenta, llevaba una camiseta negra de ''Ramones'', unos pitillos negros rotos y unas Vans negras a juego con su pelo color chocolate revuelto. Joder. Le quedaba de puta madre.
Desvié mi mirada por unos instantes hacia Bego y Niall los cuales me sonreían mientras me guiñaban sus ojos, estaban rematadamente locos esos dos. Seguí a Harry hacia la cocina y lo encontré removiendo los armarios de la cocina mientras fruncía levemente el ceño.
Harry: ¿Qué te gusta desayunar?-dijo sin dejar de rebuscar entre los armarios-
Tú: Pues...-dije algo tímida mientras jugueteaba con el filo de la sudadera- cereales.
Harry: ¿En serio?-dijo contento- pues aquí tienes-cogió un bol de cerámica y me echó unos cereales de chocolate y después la leche, me lo tendió junto una cuchara, y como siempre, su sonrisa-
Tú: Muchas gracias-dije sonrojada-
Harry: De nada, rojiza-dijo mientras sonreía y posaba sus brazos sobre la encimera y me observaba divertido, rápidamente me senté en una silla y me puse a devorar los cereales-
Tú: Y cuéntame-dije intentando sacar tema de conversación- eres Harry Styles, y desde hace bastante no veo ninguna chica saliendo de tu casa con lágrimas en los ojos y a medio vestir-dije observando como de su cara desaparecía su sonrisa y se dibujaba un semblante tímido y avergonzado, se removió incomodo y mordisqueó fuertemente su labio interior-
Harry: La verdad...-empezó a hablar sin apartar la mirada de el mármol blanco- hay una chica bastante especial.
Tú: ¿¡En serio!?-dije casi atragantandome con los cereales. No me puedo creer que por fin Styles haya decidido ''asentar'' la cabeza- ¿quién es? ¿cómo es? ¿la conozco?-dije rápido completamente nerviosa por saber más-
Harry: Es... es...-empezó a hablar mientras movía nerviosamente sus manos. De repente levantó su mirada verde para centrarla en la mía y sonreír ampliamente- es la chica más guapa e increíble que en mi larga vida he podido conocer-suspiró completamente enamorado y eso hizo que mi corazón se parara por unos segundos, no sé porque- tiene el pelo más bonito del mundo, su color me encanta, te lo digo en serio rojiza, desde el día que la conocí en parbulos me enamoré de su pelo y sus ojos, tiene ese brillo en la mirada que no tiene todo el mundo, le brillan los ojos demasiado-posó su cabeza en una de sus manos y la giró levemente y volvió a suspirar mirándome a mi- su color de ojos, es...es precioso, me encanta ese color tan intenso, tan ella misma, y sus dientes blancos y sus colmillos torcidos, juro que cada vez que su sonrisa se dirige a mi el corazón se me acelera y me empiezan a sudar las manos, y su personalidad-volvió a suspirar ligeramente. Sentía una rabia interna terrible, ¿por qué cojones sentía eso?, la intentaba disimular con una sonrisa, y de verdad, me parece terriblemente tierno que Styles describa así a una chica, pero... suspiré internamente y seguí escuchando su discurso- es bastante rara y friki-sonrió divertido mientras negaba con la cabeza- su mejor amigo me a dicho que adora a Zelda y es chica gamer, y adora leer, estudiar y es la chica con más intelecto y cultura que he conocido, con ella puedes hablar de lo que sea, y también tiene su punto de diversión e ironía, ¡me pone cuando usa el sarcasmo y la ironía!-rió fuertemente, a lo que no me pude contener y seguí su risa, Styles no cambiará, él y el sexo van unidos- y cuando se sonroja...-suspiró por 4678930 vez- y tiene unas pecas preciosas en toda su cara, es un amor-por fin, terminó de hablar-
Tú: Joder, Styles-dije casi sin creérmelo- te a calado hondo esa chica-me llevé otra cucharada de cereales a mi boca y los mastiqué- ¿por qué no estás con ella?-seguí preguntando curiosa-
Harry: Es difícil, ¿sabes?-dijo rascándose la nuca y de nuevo, bajando su mirada hacia el mármol blanco- como ya dije antes, tiene novio, y durante todos estos años... bueno...-no terminó la frase y suspiró pesadamente-
Tú: La has estado haciendo la vida imposible, ¿no?-dije adivinando sus pensamientos, asintió con tímidez. Pobre chica.- yo te aconsejo que la pidas perdón y empieces a ganarte su confianza, primero sé su colega, luego su amigo, luego pasa a ser su super amigo, y luego ¡quitale el puesto al novio!-dije divertida haciendo que Harry riera amargamente-
Harry: Ojalá todo fuera tan fácil, rojiza-dijo con la voz más ronca de lo normal-
Tú: ¡Eh!-grité soltando la cuchara y de un salto corrí a su lado- ni se te ocurra-dije señalándolo con el dedo a modo de amenaza. No dejé que respondiera, simplemente, me lancé a su cuerpo y lo abracé tan fuerte como pude, él me respondió el abrazo y posó su cara en el hueco que queda libre entre mi cuello y el hombro, allí sentí su respiración lenta y pausada, tranquila, una lágrima mojó mi cuello y lo abracé aun más fuerte enterrando mi cabeza en su cuerpo-
Harry: Gracias, rojiza-dijo en un débil susurro-
Tú: ¿Por qué?-dije confundida, sin separarme de su cuerpo. Olía a él, su olor era adictivo, y su cuerpo era perfecto, sus músculos estaban perfectamente alineados y endurecidos, se sentían solo rozando mi mano con su cuerpo-
Harry: Por ser como eres...-hizo una corta pausa para suspirar- eres un ángel, rojiza.
Me quedé sin respiración, mi corazón se paró en seco, aun no entiendo porque Styles hace que mi cuerpo responda de esta manera, sentí como mis mejillas tornaban de nuevo ese color rojizo y di gracias porque Styles no me veía, se estaba comportando terriblemente adorable conmigo y eso... me encantaba. Este Harry me gustaba, y mucho.
Sentí una tos bastante fingida a nuestras espaldas y nos separamos de un salto por el susto, y nos encontramos a Atalía con una sonrisa traviesa en sus labios.
Atalía: Siento interrumpir-dijo adentrándose en la cocina- pero tengo sed.
Tú: ¿Qué?-dije nerviosa- no interrumpes nada, Ata-mis mejillas se tornaron de nuevo por enésima vez en menos de veinticuatro horas de color carmesí-
Atalía: Claro, rojiza-dijo bebiendo de un vaso de agua-
Harry: ¡Eh!-la pegó un suave puñetazo en el hombro- solo la llamo rojiza yo ¿queda claro?-dijo con una risa divertida-
Atalía: Ay, cállate, Styles-dijo fingiendo molestia y dirigiéndose hacia la puerta, salió de la cocina no sin antes sacarnos la lengua divertidamente-
Tú: ¿Por qué de repente me llamas rojiza?-dije curiosa- ayer pequeño vestido negro, hoy rojiza, tengo más motes que... que...-busqué un ejemplo, pero no lo encontré- ¡el ejemplo soy yo, cojones de mono!
Harry: Ya te lo explicaré, en otro momento, rojiza-dijo divertido, saliendo de la cocina no sin antes regalarme una de sus preciosas sonrisas-
Terminé de desayunar y subí a la habitación de Bego sin decir nada a nadie, entré en ésta sin llamar, no me fijé en quien había en el salón, pero estaba segura que estaban todos. Y al entrar me encontré con una imagen no muy agradable para la vista. Niall y Bego haciendo cosas... ehm... cosas.
Niall: ¡Joder, ___(tn)!-dijo bajando de encima de Bego y tapándose los dos con las sábanas- ¿no te han enseñado a llamar a las puertas?-dijo rojo como un tomate. Me fijé en Bego y esta no hacia más que reír, por lo que su risa me contagió y comencé a reír yo también- la próxima, llama.
Tú: ¡Llamaré si quiero, que pa' algo soy mía!-dije sin dejar de reír- además, te he visto los huevecillos muchas veces, ¿recuerdas esa vez cuando eramos niños y te cagaste encima?-reí aun más fuerte sin dejar de mirar el tono rojo que iba aumentando en la cara de Niall-
Niall: No te mato porque me quedaría sin ti-dijo algo, bastante enfadado-
Tú: Claro, Nialler, claro-entré en el baño donde estaba mi ropa sobre una pequeña mesita bien doblada- ¡seguid con lo vuestro!-cerré pero me paré cuando estaba apunto y asomé la cabeza- ¿estaréis usando la gomita? no quiero sobrinos-reí de nuevo y cerré la puerta rápidamente no sin ver el fantástico dedo corazón de Niall-
Me metí en el baño que había en el pasillo y cerré con pestillo, me quité la sudadera de Harry, no sin antes aspirar una vez más su abrumador olor, me quité el pijama y empecé a vestirme con mi ropa de ayer, que era esta:
Me recogí mi pelo color fuego en una coleta alta y algo mejor hecha y doblé la ropa, el pijama de Bego lo tiré en el cesto de la ropa y la sudadera de Harry la doblé perfectamente.
Salí del baño con esta en la mano y bajé al salón para encontrarme solo con Zayn y Harry charlando animadamente.
Tú: ¿Y los demás?-pregunté curiosa-
Zayn: Louis se a ido a su casa porque su madre le hizo como trece llamadas perdidas-dijo con una sonrisa torcida- y Liam acompañó a Atalía para después irse a su casa.
Tú: Ah-dije sonriente- bueno-fijé mi mirada en la de Harry y me acerqué a él estirando mi brazo para que tomara la sudadera- muchas gracias por el préstamo, Harry-dije con una sonrisa-
Harry: Oh, no-dijo negando varias veces con la cabeza- quédatela, a ti te queda mejor que a mi- dijo mientras mordía levemente su labio. Zayn apretó fuertemente su puño y le codeó en las costillas, pero Harry no puso cara de dolor, ni se quejó, nada-
Tú: Pues, muchas gracias-dije con las mejillas completamente rojas-
Harry: De nada, rojiza-sonrió ampliamente- ¿dónde están mi hermana y Niall?
Tú: Están...-hice una pausa y señalé hacia arriba- haciendo eso que se hace.
Zayn: ¿Están follando?-dijo con una cara de confusión bastante graciosa-
Tú: Sí, Zayn, sí-dije riendo- que fino eres.
Zayn: Mucho, pequeña-de repente agarró mi muñeca con cuidado y me sentó sobre sus piernas y me besó con ternura, entreabrí los ojos un poco y miré hacia Harry, se encontraba encorvado, mirando hacia el suelo, con sus manos tapando sus ojos. No puse toda mi atención en el beso, pues no podía dejar de mirar a Harry de esa manera. Por mi mente pasó la idea de como sería probar de nuevo sus labios, porque esa vez que se coló en mi casa, sinceramente, quise más-
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