domingo, 9 de marzo de 2014

Capítulo 41: Race.

Las cinco se acercaban, y yo todavía estaba tumbada en el sofá con la mirada perdida y mis sentimientos siendo arrasados por un remolino de confusión. Me levanté a duras penas del sofá e irme a poner algo decente para salir, abrí mi armario y cogí lo primero que vi, una sudadera gris de chico, la cual me venía algo ancha, pero no mucho, unos pitillos negros rotos y unas convers grises a juego con la sudadera. 



Me cepillé algo el pelo y me lo recogí en una coleta, me perfumé y me senté de nuevo en el sofá esperando a que fueran las cinco y media, agarré mi teléfono y me puse a jugar con un nuevo juego llamado ''Flappy bird'', un juego idealizado por el mismísimo demonio, pues no lograba pasar de diez y me sacaba de mis casillas, a las cinco y veintinueve sonó mi telefonillo, y nada más descolgarlo respondí con un ''ya bajo'' sin dejar oportunidad a quien yo pensaba que era Zayn de hablar. Cogí algo de dinero, mi móvil y mi chupa de cuero y bajé a toda prisa por las escaleras, y antes de salir vi a través de la puerta de cristal a Zayn apoyado en su BMW rojo, era extremadamente guapo, pero no lograba sentir lo mismo que sentía al principio. 

Zayn: Hola, pequeña-dijo cuando ya salí de mi portal, con su esplendida sonrisa- 
Tú: ¡Hola, Zayn!-dije sonriente, y ya cuando me encontraba a centímetros de su cuerpo, me rodeó con sus fuertes brazos y me robó un beso- 

El beso no sabía como antes, no era como antes, no lo sentía como antes, besaba extremadamente bien, eso es más que obvio, pero mi cuerpo no temblaba, mi corazón no se volvía loco y las mariposas no aparecían en mi estómago. Deshice el beso antes de lo previsto con una tierna sonrisa en los labios, pues no quería que se enfadase, sin decir palabra me abrió la puerta de su coche y me subí a este con una sonrisa ladeada, ya dentro de éste cerro la puerta y rodeó su coche para entrar al asiento del conductor, observaba todos y cada uno de sus movimientos y no sentía absolutamente nada, encendió el motor del coche y se puso en marcha hacia quien sabe donde. 

Tú: ¿Dónde vamos?-pregunté sin dejar de mirar por la ventanilla, atenta de los lugares que recorríamos- 
Zayn: Es una sorpresa-dijo con diversión en su voz- 

Solté una risita emocionada, pues lo que más me gustaba en el mundo eran las sorpresas, me fijaba en cada persona que caminaba, cada niño con una sonrisa, cada pareja enamorada, cada abuelo con su nieto, todo, a lo lejos, divisé una cabellera rizada de color chocolate, era un chico alto, vestido con sudadera ''Oxford'' color blanca y vaqueros azules, mi corazón comenzó a latir rápidamente, y en mi estómago aparecieron las mariposas y el zoologico entero, en mi cara se dibujó una estúpida sonrisa, bajé la ventanilla para gritar su nombre, pero... levantó la cabeza y... no era él, llevaba gafas y sus ojos eran negros, todas esas sensaciones, desaparecieron de inmediato, subí la ventanilla con disgusto y me hundí en el asiento. Suspiré frustrada. Joder. Todo era tan jodidamente difícil. Miré hacia Zayn, llevaba una sonrisa en su cara y conducía atento, no me merecía a un chico como él, era un cielo, era Zayn, por favor, es el deseo de todo el campus, y él está conmigo, ¡conmigo!, queriéndome y respetándome ¿y yo que hago? agradecérselo fijándome en el estúpido de Styles. Pues a Styles le debería de ver como alguien a quien le tengo algo de rencor y odio, pues me jodió la vida, pero es ver que su perfecta sonrisa se dirige hacia mi persona y mi corazón se acelera, todo se me olvida. Saqué el móvil de mi bolsillo, pues sentí una pequeña vibración. 
Era un Whatsapp. 

Mi rizitos: ¿Estás en casa? 

¿Para qué quería saber que estaba o no en casa? ¿quería ir a verme? ¿quería quedar? a lo mejor... oh, no me seas estúpida y no pienses gilipolleces. 

Tú: ¿Por qué? 

Le respondí, con nerviosismo, pues un nudo se formó en mi estómago y de nuevo, comencé a mordisquearme el labio inferior. 

Mi rizitos: Por saber :). 

Decepción. No sé porque me montaba películas, simplemente es una pregunta en plan ''qué haces'', bufé algo enfadada conmigo misma, no sé ni que pensar...

Tú: No, estoy con Zayn. 

Y guardé el teléfono sin querer leer su respuesta, por mi mente pasó la idea de bloquearle, pero sería estúpido, pues le vería en clase, cuando quedara con los chicos, cuando fuese a casa de Bego, ¡porque son hermanos y viven juntos!, querer a Harry era lo más estúpido que mi corazón había decidido hacer, claramente. 

Zayn: Llegamos-dijo sacando la llave del agujerito del coche- 

Levanté la cabeza y me encontré con un enorme parque de atracciones, sonreí como una niña pequeña, hacia años que no venía a uno, y estaba como una moto, ¡quería montarme en todos lados! 

Tú: ¡Vamos!-salí disparada del coche, preparando mi cartera para pagar, pero sentí algo correr a mis espaldas, me adelantó con facilidad, era Zayn, se dirigía rápido hacia las taquillas sacando su cartera, oh no, no iba a pagar él. Corrí lo más posible que mis piernas me permitieron, pero cuando llegué, él ya tenía las dos entradas- invitaré yo a la cena. 
Zayn: Echaremos una carrera, paticorta-dijo entre risas, rodeó mi nuca con su brazo y nos dirigimos hacia la entrada-

Salté de la emoción al ver la cantidad de atracciones que podía haber en un recito, agarré con fuerza a Zayn de la sudadera que llevaba y lo llevé a arrastras hacia la montaña rusa más alta que mis ojos podían ver. 
Y así con todas y cada una de las atracciones. Subimos en todas, incluso en las de agua, con un chubasquero, obviamente. Salimos del parque de atracciones entre risas y empujones divertidos, empezaba a anochecer, miré la hora en mi móvil, eran las nueve y cuarto. 

Zayn: Muero de hambre-dijo mientras frotaba su estómago- 
Tú: Y yo...-justo en ese momento mi estómago dio un gran rugido, Zayn miró mi estómago y echó a reír como un niño pequeño, incluso le faltaba el aire- exageras-dije dándole un pequeño puñetazo en el hombro- 
Zayn: Anda, vamos-dijo agarrándome de la mano. Y de nuevo, no sentí nada, ni un escalofrío, era... como agárrale la mano a Niall- ¿qué te apetece cenar?-dijo abriendo su coche- 
Tú: Comida china-dije casi sin ganas- 

Me miró extrañado, pero no dijo nada, encendió su coche, y viajamos entre la oscuridad de la noche. Por unas horas, había olvidado todo mi embrollo emocional, pero claro, eso no podía durar para siempre. Suspiré cansada. Prefería que Harry se metiera conmigo y yo siguiese odiándolo, a no que fuese tan dulce conmigo y que yo lo quisiera. 

Zayn: ____(tn)-llamó mi atención con la voz algo apagada- ¿pasa algo? 
Tú: Oh, claro que no-dije rápidamente, lo último que quería era que Zayn lo pasara mal por mi culpa- solo... estoy muy hambrienta-dije con la sonrisa más sincera que ahora mismo tenía- 
Zayn: Oh-suspiró aliviado- pues ya hemos llegado al restaurante. 

Entramos al restaurante asiático, y nos sentamos en una de las mesas libres esperando a que viniera un camarero, pronto llegó uno y los dos pedimos sushi. Comimos entre risas y algún que otro chiste malo por su parte, estaba claro que me encantaba estar con Zayn, pero no amorosamente, no. Eso lo tenía muy claro, ¿se lo diría? más que claro, debía acabar diciéndoselo, ¿cuándo? ¿cómo? ni la más remota idea de eso. 
En el trayecto hacia casa seguimos charlando y riendo. Aparcó delante de mi portal, pues había empezado a llover y él dijo que quería que me mojara lo menos posible. Era un amor, sí. 
Me despedí de él con el más tierno beso que hasta ahora lograba sentir y con un ''hasta mañana'' susurrado. 
Salí del coche y me adentré en el portal, una lágrima se me escapó mientras subía las escaleras, ¿todo iba a ser tan difícil? 
Abrí la puerta de mi casa y entré, mis pies pisaron algo que hizo ''crack'' encendí la luz del recibidor y ya con la puerta cerrada, me agaché a ver que era ese sonido, un sobre. Me extrañé por eso, pues el cartero siempre deja las cartas en el buzón. Fui hacia el salón con la carta dispuesta a leerla, abrí el sobre y un olor aromático me envolvió, una letra redonda y curvada adornaba todo el folio, y, comencé a leer... 

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