----INICIO DE CONVERSACIÓN TELEFÓNICA----
Tú: ¡Hola, mamá!-dije como una niña pequeña-
Mamá: Hola corazón-dijo contenta- ¿vienes a cenar esta noche?
Tú: Por supuesto-dije mirando hacia mi taza de café, ya vacía- ninguna Navidad falto.
Mamá: Entonces, te esperamos para adornar la casa-dijo con una sonrisita- ah, cariño, papá vendrá a cenar esta noche, queremos contaros algo.
Tú: Vale, mamá-dije contenta- espera...-paré en seco, pensando en las palabras que había pronunciado- ¿contaros? ¿vendrá alguien?
Mamá: ¡Es una sorpresa, cariño!-dijo con una divertida voz- adiós hija, vente a las siete, te quiero.
Tú: Vale mamá, te quiero-y colgué-
----FIN DE LA CONVERSACIÓN TELEFÓNICA----
Miré a Atalía con una media sonrisa en la cara y nos levantamos al unisono para marcharnos, no sin antes dejar el dinero de los cafés sobre la mesa.
Caminamos hacia el parking hablando sobre como nos lo pasaríamos esta noche, y los planes de la familia de Atalía, parecían una familia unida y feliz. Llegamos a su Vespa y me subí no sin antes colocarme el casco y agarrarme fuertemente a su cintura, ir en moto me da algo de miedo.
Me dejó en mi casa y se marchó con un pequeño abrazo mío. Subí a mi casa con el regalo de Louis entre las manos, deseando dárselo para ver su cara de emocionado. ¿Qué me pondría esta noche? Era Navidad, y el cumpleaños de Louis, quería ir algo arreglada, pero sin perder mi esencia, como siempre. Dejé el regalo de Louis sobre mi cama y rebusqué entre mi armario, recordé una camisa negra a cuatros que me regaló mi primo Drew en mi último cumpleaños, me la he puesto en dos ocasiones, la reservo para ocasiones especiales, la dejé sobre la cama y me giré de nuevo hacia el armario. Unos pantalones azul clarito quedarían bien, saqué los pantalones, y los dejé sobre la cama junto con la camisa, y las convers de tachuelas, todo listo.
Sentí mi móvil vibrar, lo saqué de mi bolsillo y desbloqueé el patrón, abrí el Whatsapp. Mi rizitos. Vamos, que es Harry.
Mi rizitos: Te iré a buscar a casa de tus padres a la una de la noche, dame la dirección.
Tú: C/ Kembrich, número 12.
Mi rizitos: De acuerdo. Iré primero a por ti y luego a por los demás ¿vale rojiza?
Tú: Vale :).
Y ya está. Vale. Vendría a por mi primero, eso quiere decir que mi madre la muy cabezona le invitará a algo, pasaré tiempo con él a solas. Las manos me empezaron a sudar, y aun no estaba con él. Miré el reloj, las 15:40, nos habíamos distraído bastante en el centro comercial.
Me dirigí a la cocina camino a comer algo, llegué a ésta y me preparé una hamburguesa y la devoré en seguida. Después de comer, me dirigí hacia mi habitación para hacer algunos deberes.
Terminé a las cinco y cuarto, en seguida me di una ducha relajante y me vestí con la ropa elegida.
Me hice una trenza de raíz y me puse mi perfume favorito, cogí el regalo de Lou, las llaves, el móvil y algo de dinero, y salí camino a casa de mi madre.
Miré a Atalía con una media sonrisa en la cara y nos levantamos al unisono para marcharnos, no sin antes dejar el dinero de los cafés sobre la mesa.
Caminamos hacia el parking hablando sobre como nos lo pasaríamos esta noche, y los planes de la familia de Atalía, parecían una familia unida y feliz. Llegamos a su Vespa y me subí no sin antes colocarme el casco y agarrarme fuertemente a su cintura, ir en moto me da algo de miedo.
Me dejó en mi casa y se marchó con un pequeño abrazo mío. Subí a mi casa con el regalo de Louis entre las manos, deseando dárselo para ver su cara de emocionado. ¿Qué me pondría esta noche? Era Navidad, y el cumpleaños de Louis, quería ir algo arreglada, pero sin perder mi esencia, como siempre. Dejé el regalo de Louis sobre mi cama y rebusqué entre mi armario, recordé una camisa negra a cuatros que me regaló mi primo Drew en mi último cumpleaños, me la he puesto en dos ocasiones, la reservo para ocasiones especiales, la dejé sobre la cama y me giré de nuevo hacia el armario. Unos pantalones azul clarito quedarían bien, saqué los pantalones, y los dejé sobre la cama junto con la camisa, y las convers de tachuelas, todo listo.
Sentí mi móvil vibrar, lo saqué de mi bolsillo y desbloqueé el patrón, abrí el Whatsapp. Mi rizitos. Vamos, que es Harry.
Mi rizitos: Te iré a buscar a casa de tus padres a la una de la noche, dame la dirección.
Tú: C/ Kembrich, número 12.
Mi rizitos: De acuerdo. Iré primero a por ti y luego a por los demás ¿vale rojiza?
Tú: Vale :).
Y ya está. Vale. Vendría a por mi primero, eso quiere decir que mi madre la muy cabezona le invitará a algo, pasaré tiempo con él a solas. Las manos me empezaron a sudar, y aun no estaba con él. Miré el reloj, las 15:40, nos habíamos distraído bastante en el centro comercial.
Me dirigí a la cocina camino a comer algo, llegué a ésta y me preparé una hamburguesa y la devoré en seguida. Después de comer, me dirigí hacia mi habitación para hacer algunos deberes.
Terminé a las cinco y cuarto, en seguida me di una ducha relajante y me vestí con la ropa elegida.
Me hice una trenza de raíz y me puse mi perfume favorito, cogí el regalo de Lou, las llaves, el móvil y algo de dinero, y salí camino a casa de mi madre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario