Harry: Eh, tú, friki-no levanté la mirada de mi libro- ¿es qué no piensas dejar ni un solo segundo de estudiar o lo que sea que hagas? ¡mírame!-no le presté la más mínima atención y seguí a lo mío, cuando siento que se acerca y da un fuerte golpe en mi mesa haciendo que pegue un pequeño brinco- te he hecho una pregunta, responde-dijo serio-
Tú: Lo que hacía era mirar mi libro para no mirar tu cara, ya que él, es mucho más bonito que tú-dije desafiante. Mierda, mierda, mierda, esto lo iba ha pagar muy caro, yo y mi estúpida manía de decir siempre lo que pienso. ____(tn), eres gilipollas, gilipollas-
Harry: ¿Perdón? ¿qué has dicho?-dijo acercando su oreja a mi boca-
Tú: Lo que has oído...-dije en un susurro-
Harry: Oh, ¿ahora tienes miedo?-levantó su mano y cerré fuertemente mis ojos esperando una hostia de su parte. Pero no la recibí, volví ha abrir los ojos y le vi con su sonrisa triunfal- pues haces bien en tenerlo.
Justo entonces entraron los demás alumnos, seguidos por nuestra profesora de química orgánica, todos se sentaron en su sitio, y nada podría ir peor, Niall se sentó junto a Liam, me pidió perdón con la mirada, yo solo asentí con una sonrisa, y para empeorarlo todo, Harry se sentó a mi lado, genial.
Profesora: El acetinelo también llamado eteneo o etinelo...-comenzó a dar clases-
Yo prestaba toda mi atención a la clase, apuntaba todo cuanto podía y más. Siento como un mechón de pelo cae de detrás de mi oreja e intento colocármelo de nuevo en su sitio, pero Harry es más rápido y me lo coloca él detrás de la oreja, yo lo miro de reojo y está observándome sonriendo, negué con la cabeza y devolví toda mi atención a la clase.
Pasaron las primeras asignaturas bastante rápido, anatomía, matemáticas y física para las ciencias biomédicas. Y en todas las clases, en todas y cada una me tocaba con Harry. Me estuvo molestando todo el rato, metiéndose con mis gustos y mis hobbies, cosa que conocía perfectamente porque nos conocíamos de toda la vida. Como si sus gustos fueran tan geniales...
Llegó la hora del recreo, cogí mi libro favorito ''La cosecha de Samhein'' el primer libro de la trilogía de ''El ciclo de la Luna Roja'', y me dirigí a mi sitio de siempre, un gran árbol alejado de la muchedumbre que daba una sombra perfecta para leer, me senté debajo de este, y me hundí en la maravillosa lectura.
Zayn: Ejém-se carraspeó la garganta para ganarse mi atención-
Tú: ¿Eh?-levanté la mirada-
Zayn: Hola, ___(tn)-me sonrió-
Tú: Hola Zayn-le devolví el gesto- ¿necesitas algo?
Zayn: En realidad sí...-se sentó justo en frente de mí- yo... he visto que eres bastante buena con eso de las matemáticas, y yo soy un caso, y me preguntaba si a ti te importaría...
Tú: Me encantaría ayudarte-le interrumpí-
Zayn: ¿De verdad?-se dibujó una amplia sonrisa en su cara-
Tú: De verdad-y se tiró a mis brazos a abrazarme-
Zayn: ¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!-me agradeció mil veces- eres genial.
Harry: ¡Zayn! ¡suelta a la nerd!-dijo de pie mirándonos con el ceño fruncido- ¡no es una de nosotros!
Zayn: ¡Cállate estúpido!-gritó esté sin soltarme del abrazo-
Tú: Zayn, tiene razón es mejor...-susurré-
Zayn: Es mejor nada, Harry se está pasando, es un imbécil-gritó para que le escuchara-
Harry: El único imbécil que hay aquí eres tú, hablando a la nerd, a la friki, a la marginada, por favor, solo falta mirarla para ver lo patética que es-dijo frío. Mis ojos se empezaron a inundar con lágrimas, me había insultado y humillado muchas veces, pero esto ya era demasiado. Me levanté y sin decir nada, me fui corriendo a llorar al baño-
Me metí en el primer baño que vi desocupado, cerré la puerta con pestillo, y apoyé mi espalda en la pared deslizándome en esta hasta que llegué al frío suelo, y allí empecé a llorar más fuerte, mis mejillas estaban mojadas y las palabras de Harry resonaban una y otra vez en mi cabeza ''El único imbécil que hay aquí eres tú, hablando con la nerd, la friki, a la marginada, por favor, solo falta mirarla para ver lo patética que es'' y cuanto más me las repetía a mi misma, más lloraba. Sentí algo en mi bolsillo, se clavaba ligeramente en mi muslo, me molestaba, así que metí la mano para descubrir lo que era, al abrir mi mano descubrí una pequeña cuchilla, la guardé allí hace un montón de tiempo, cuando comencé a cortarme por tanta presión a la que me sometía durante seis horas al día, levanté levemente la manga de mi sudadera hasta un poco más arriba del codo y acariciaba mi piel con la cuchilla, me arañé, y recordé de nuevo lo bien que me sentía cuando me cortaba, cada vez que mi piel se rajaba sentía como todo mi dolor interno salía por cada uno de los arañazos que me hacia, algunos más profundos que otros, volví a arañarme la muñeca, el dolor iba desapareciendo poco a poco, volví a arañarme, esta vez mucho más profundo, de mi muñeca empezó a fluir sangre rápidamente, me sentía tan bien... olvidé todo el dolor, desapareció. Cuando ya estuve del todo bien, me volví a guardar la pequeña cuchilla, tomé un trozo de papel, y intenté hacer que parase de fluir sangre por mi muñeca, un papel, dos papeles, tres papeles, mi sangre no dejaba de salir, y me estaba empezando a desesperar, aprieto fuertemente mi muñeca contra un papel, y por fin, deja de sangrar, salgo del baño y me dirijo hacia el lavamanos, me mojo un poco la muñeca limpiándome toda la sangre seca y me la seco con otro papel limpio, bajo la manga de mi sudadera, cojo mi libro, y me dirijo de nuevo hacia las clases, el timbre acababa de sonar, y ya no tenía nada de dolor dentro de mi cuerpo, genial.
Entré a clase, me senté en mi sitio, guardé mi preciado libro, y saqué los de Aplicaciones biomédicas para la física. Entró Niall y se sentó a mi lado regalándome una de sus maravillosas sonrisas.
Niall: ¿Dónde has estado durante el recreo?-preguntó curioso- no te he visto en todo el rato.
Tú: Ehm...-¿ahora que le digo? ¡genial!, él me conoce perfectamente, y sabe que antes me cortaba, lo dejé por él, y si le digo lo que he hecho... no quiero saber como se pondrá- me he entretenido leyendo en la biblioteca, ya sabes-sonreí-
Niall: ¿Aun sigues con la saga de Narnia?-preguntó gracioso-
Tú: No-reí- la terminé hace tiempo, ahora estoy con la trilogía de la Luna Roja-me miró estupefacto-
Niall: Es increíble la facilidad y la rapidez con la que lees-reímos-
Tú: Sabes que es lo que más amo en todo el mundo.
Niall: Querrás decir lo segundo que más amas en el mundo-dijo con su ego- lo primero soy yo-solté una pequeña carcajada-
Tú: Claro que sí, Nialler, tú eres lo primerísimo- sonrió victorioso-
Zayn: Oye, ____(tn)-se acercó a nuestra mesa cuando aun no había llegado el profesor- ¿a qué hora me paso esta tarde por tu casa para lo de mates?-preguntó tímido-
Tú: ¿Te parece bien a las seis?-pregunté sonriente-
Zayn: Perfecto, a las seis empunto estaré allí-me sonrió y se dirigió a su sitio, junto a Louis-
Las últimas clases pasaron rapidísimas. Salí de clase después de haber recogido todas mis cosas, y me dirigí hacia la salida, no sin antes recibir un par de insultos de las asquerosas, pero no me importaban, pasaba de ellas, las sonreía, y seguía andando.
Niall: ¡Enana!-dijo corriendo hacia mí- hoy no puedo llevarte a casa, mi madre me ha llamado y me ha dicho que vaya corriendo hacia casa, que me tiene que contar algo y es muy urgente-dijo sofocado-
Tú: No pasa nada, Nialler, te llamaré luego, ya hablaremos, ¡corre ve!-nos abrazamos y después desapareció entre la muchedumbre-
Me puse mis cascos con la música a todo volumen, Queen, caminaba mientras en algunas partes de sus canciones cantaba bajito, iba dando un paseo por una calle poco transitada cuando siento que alguien me coge del brazo, me tira de él y me da la vuelta quedando frente de él, y allí estaba, con su sonrisa irónica y sus ojos clavados en mí.
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