Niall: ¿Estás lista?-llamó a mi puerta-
Tú: No-reí- ni siquiera he empezado.
Niall: Pues espabila-rió entre dientes- queda tan solo una hora para que venga a recogerte.
Tú: De acuerdo Nin...¡Niall!-me corregí-
Niall: Que tonta que eres-rió-
Me dirigí hacia la ducha, para darme una placentera y relajante ducha, necesitaba deshacerme de todos esos pensamientos que incumbían al idiota de Styles.
Me vestí:
Intenté mantener el equilibrio hasta mi tocador, cosa imposible, me tropecé unas tres veces con los malditos tacones, si lo llego a saber, me compro unas converse doradas, hubiera terminado antes, llegué a mi tocador a duras penas, me recogí el pelo en una coleta alta, bien hecha, raro en mi, y busqué algo de maquillaje en mis cajones, nada, lo único que encontré es un poco de vaselina con sabor a melocotón, odio maquillarme, pero ya que llevaba vestido y tacones, cosa que también odiaba, pensé que algo de maquillaje podría quedar bien, pero bueno, me ahorro los picores en la cara por culpa de los asquerosos polvos, me puse la vaselina, miré la hora, 19:35, siempre termino demasiado rápido en arreglarme.
Salí de la habitación y me encontré con Nialler mirando la televisión.
Levantó la mirada para observarme y su cara parecía que nunca en la vida hubiera visto una chica arreglada.
Niall: Madre del amor hermoso-sonrió- estás preciosa, wow, no pensaba que los vestidos te quedaran tan... tan realmente sexys, digo, bien-se aclaró la garganta- da gracias a que eres como mi hermana pequeña-rió-
Tú: Que exagerado que eres, Nialler-me sonrojé-
Niall: Es la verdad-aseguró. Me dirigí hacia él, pero gracias a los putos tacones, tropecé y caí, él rió como un idiota-
Tú: ¡Gracias por ayudarme!-me levanté a duras penas-
Niall: Como se nota que en tu vida has llevado tacones-siguió riendo- menos mal que no tenéis que andar mucho, sino, te veo cayendo cada cinco pasos-rió más fuerte-
Tú: Eres tan gracioso, Niall...-caminé por el pasillo practicando para no caerme-
Niall: ¿¡Quieres que te ayude!?-gritó desde el salón-
Tú: No creo que sea tan difícil, son solo tacones-respondí- tardé menos en aprender a montar en skate.
Niall: ¡Es verdad!-se acercó a mi- tardaste tan solo media hora en aprender-sonrió al recordarlo- y tan solo tenías 10 años-me agarró de las manos avanzando de cara a mi-
Tú: Hubiera preferido ir a la cita en skate-reí-
Seguimos practicando durante diez minutos más, hasta que me salió perfectamente, ya sabía ir en tacones, perfecto, nos sentamos en el salón mientras mirábamos la televisión y hablábamos de cosas sin sentido mientras hacíamos tiempo hasta que llegara Ayrton.
Pronto sonó el timbre y caminé deprisa hasta llegar a la puerta, abrí y allí estaba él, tan guapo como siempre:
Ayrton: Estás increíblemente-hablaba mientras me recorría con la mirada- preciosa.
Tú: Gr-gr-gracias-tartamudee- tú también... estás perfecto-clavé mis ojos verdes en su mirada azul. Era brillante, sus ojos brillaban, tenía una sonrisa dibujada en su cara, dejando ver sus imperfectos y blancos dientes-
Ayrton: ¿Qué menos para tener una cita con una chica bonita?-me sonrojé y sonreí como una estúpida- cuándo quieras nos vamos-me tomó de la mano para salir-
Tú: Sí, un momento, te presento a Niall, y nos despedimos de él-le dejé entrar en casa- ¡Niall!-le grité desde la entrada-
Niall: ¡Voy!
Tú: Bueno, os presento, Niall, Ayrton, Ayrton, Niall-señalé el uno al otro-
Ayrton: Encantado, tío-chocaron sus puños a modo de saludo-
Niall: Igualmente, tío-sonrió- cuidamela, eh-dijo refiriéndose a mi- y tráela a casa antes de las doce.
Tú: Nialler...-dije a modo de queja-
Ayrton: Tranquilo-rió- aquí estará, sana y salva.
Niall: Así me gusta-rió- ____(tn), tengo que volver a mi casa, cuando llegues envíame un mensaje-me dio un abrazo- divertiros, y no hagáis cosas que no debéis- y desapareció tras la puerta-
Ayrton: ¿Lista?-sonrió y asentí-
Salimos de casa y nos dirigimos hacia su coche, el mismo con el que me rescató de ese infierno llamado ''universidad'', subimos en él y puso algo de música, cruzamos un par de palabras durante el viaje, y yo no dejaba de mirar por la ventana para averiguar donde nos dirigíamos, nunca había venido por estas calles, estaban llenas de restaurantes de lujo, románticos, muchos de ellos debían ser carisímos.
Nos detuvimos delante de un restaurante precioso:
Era alto, parecía que tenía más de una planta, entramos, y un camarero, muy amable, nos llevó hacia la planta más alta, donde daba un ventanal con vistas a todo Londres, nos sentamos en la mesa más alejada, yo no podía dejar de mirar el paisaje, era, realmente, precioso:
Ayrton: ¿Te gusta?-preguntó inseguro con una sonrisa nerviosa-
Tú: ¿Qué si me gusta?-le miré sorprendida ante la pregunta y le sonreí- ¡me encanta!-dije medio gritando, como una niña pequeña-
Ayrton: Oh, menos mal-se sintió más aliviado- pensaba que no te iba a gustar.
Tú: Pues claramente, pensabas mal-le volví a sonreír-
Camarero: ¿Qué van a tomar los señores?-se acercó un camarero a nuestra mesa y nos ofreció una carta con el menú a cada uno-
Ayrton: Pues yo un plato de tortellini y ella...-pensó- ¿una ensalada?-dijo a modo de pregunta-
Tú: No-volví a negar con la cabeza- lo mismo que él-sonreí amablemente y el camarero asintió y desapareció con las cartas y nuestros pedidos-
Ayrton: ¿Desde cuando una chica toma hidratos de carbono?-rió-
Tú: Desde que yo soy una chica-reí-
Ayrton: No eres como las demás ¿verdad?
Tú: No, soy mucho peor.
Ayrton: ¿Peor?-preguntó descentrado- ¿cómo?
Tú: Soy peor-repetí- las chicas normales adoran los vestidos, los tacones, pintarse las uñas de rosita, mojar las bragas con bandas de chicos que cantan, comer ensaladas, no estudiar, no leer-pensé más- liarse con mil chicos en una semana, y ehm... termino diciendo que soy todo lo contrario a una chica normal-finalicé mi pequeño discurso-
Ayrton: Y si odias los tacones y vestidos-me miró de arriba a bajo- ¿cómo que llevas ahora mismo unos?-reí-
Tú: Pues... por la cita-respondí sincera-
Ayrton: Pues no hacia falta-aseguró- a mi me gusta tu look normal, el de siempre, se podía decir-se sonrojó- que incluso lo amo- no me puedo creer que diga esto, omg, omg, omg, me va ha dar un ultra infarto al corazón con este chico, ay-
Tú: Debes ser el único-reí tímida mientras me sonrojaba-
Ayrton: Bueno-dijo cambiando de tema- y cuéntame más de ti-dijo poniendo los codos sobre la mesa, apoyando su cabeza sobre sus manos y mirándome fijamente-
Tú: Pregunta-sonreí- respondo encantada.
Ayrton: ¿Qué música sueles escuchar?
Tú: Pues... adoro el rock-sonreí-
Ayrton: ¿Y qué grupo es tu favorito?-preguntó curioso-
Tú: No podría elegir entre todos-pensé- pero si me tengo que decantar por alguno, claramente, sería My Chemical Romance.
Ayrton: ¿En serio?-preguntó sorprendido- ¡amo esa banda!
Tú: ¿En serio? ¡no me lo creo!-reí- el primer chico que me entero que le gusta esa banda.
Ayrton: Tienes buenos gustos para la música, la verdad-sonrió- bueno, ¿y tus colores favoritos?
Tú: Creo que los ves día a día en mi ropa-reí entre dientes- son el negro, rojo y azul eléctrico.
Ayrton: Sí-asintió- me había dado cuenta-reímos-
Nos trajeron la cena, y seguimos hablando, conociéndonos, y sin duda, este chico, era genial, tenía casi los mismos gustos que yo, y digo casi, porque sigo siendo la única rara que le gusta leer, y estudiar.
Cuando terminamos de cenar, me llevó a casa, nos despedimos con un tierno abrazo y un beso en la mejilla, sin duda, había sido la mejor y única cita de toda mi vida, y espero tener muchas más como esta.
Subí a mi casa y me quité los putos tacones, que ya empezaban a matarme, y me cambié el vestido por algo mucho más cómodo:
Sin nada debajo, me tiré en la cama, y pensando en la perfecta cita de esta noche, me dejé caer en un profundo sueño.
Pero en medio de este sueño, aparecen los verdes ojos de Harry Styles.
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