Desperté de nuevo por el estúpido sonido de mi despertador. Me quedé unos instantes tumbada en la cama, pensando en la tarde que pasé ayer, me lo pasé genial, olvidando ese momento en el que Niall y Styles por poco se matan.
Me levanté perezosamente de la cama y me dirigí hacia la ducha, otro día más en ese edificio lleno de gente asquerosa. Al salir de la ducha me vestí, me puse esto:
Cogí una muñequera ajuego, negra, para tapar mis cortes, que ahora eran pequeñas cicatrices, pero bastante visibles.
Terminé de preparar mi mochila con todos los libros, y me dirigí hacia la puerta para irme a clases, hoy no podría venir a buscarme Niall, me dijo ayer por la tarde que no vendría hoy a clases, tenía que acompañar a su madre al médico.
Me encaminé hacia clases con los cascos con música a todo volumen, no escuchaba tan siquiera el sonido de los coches al acelerar. Llegué a la puerta de la universidad, y como siempre todas las miradas estaban posadas en mí, no escuchaba nada, pero podía sentir perfectamente como la gente cuchicheaba sobre mí, podía sentir las risas, aun que no me importaba mucho. Me quité la música y guardé mi Ipod en la mochila, no sin ponerlo antes en silencio, me dirigí hacia clases, aun no había sonado el timbre, pero hoy no estaba Niall, y con él me respetaban, ahora que no estaba... me temía lo peor.
Y cuándo entré allí estaba él, apoyado en mi sitio, como si esperara mi llegada, ¿para qué? para seguir molestándome, era para lo único para lo que vivía Styles.
Harry: A ti te gusta robar los amigos ¿verdad?-dijo mirando a la nada-
Tú: ¿Perdona?
Harry: Que si te gusta robar los amigos-repitió algo más alterado-
Tú: Que yo sepa no he robado nada-dije sin prestarle mucha atención-
Harry: Ah, ¿no?. por tú culpa no puedo ser amigo de Niall y MIS amigos te defendieron a ti, antes que a mi-dijo intentando creer sus propias palabras-
Tú: ¿Y tengo que tener yo la culpa de todo?-dije cansada- ¿no puedes ser tú? claro, que tú te pases haciendo la vida imposible a los demás, no tiene nada que ver que tus amigos pasen de ti porque no quieren tener nada que ver contigo-dije fría-
Harry: ¿No has pensado que te hablan por pena?-dijo seco, sin mirarme-
Suspiré. No respondí. Quizá... podía tener razón, puede que fuera eso, pena. Nada más. Sonó el timbre informando que las clases empezaban, me senté en mi sitio y Styles se sentó delante, saqué mis libros y me quedé mirando a la nada.
Cindy: Mira quién tenemos aquí-dijo señalándome- a una friki con su pelo con complejo de zanahoria-sus amiguitas soltaron esas risitas tan molestas-
Tú: Desaparece-dije sin mirarla-
Cindy: A ver si dices lo mismo en el recreo-y dicho esto, se sentó al lado del estúpido de Styles-
Entró el profesor y empezó la clase de Biología, estaba atenta a la clase hasta que escucho la leve risita chillona de Cindy, la observé durante unos instantes y observé como Styles y ella se susurraban cosas.
Pude alcanzar ha escuchar una que le decía ella a él ''esta tarde te espero en mi casa, no falles''. En ese momento sentí unas arcadas enormes, me daba asco el imaginarme a estos seres que tanto odiaba ''amándose'', si se podía llamar así, porque he escuchado que Styles no es hombre de una sola mujer. Negué con la cabeza sacando esos pensamientos de mi cabeza y volví la atención al profesor.
Las tres primeras clases pasaron rápido, llegó el recreo, como siempre, cogí mi libro y me dirigí a mi sitio favorito, ese gran árbol apartado de todo el mundo.
Me senté, y me hundí en mi maravillosa lectura.
Cindy: ¿Puedes repetirme lo que me has dicho en clase?-una voz chillona me sacó de mi lectura. ¿Quién si no podía ser? Suspiré-
Tú: Te lo repetiré las veces que haga falta-dije cerrando mi libro y levantando la vista para mirarla- para que entre en tu cabeza hueca.
Cindy: ¿Perdón?-dijo ofendida-
Tú: Oh, espera-dije levantándome- encima de cabeza hueca, sorda.
Cindy: Te arrepentirás de haber dicho esto-juró. Y desapareció-
Suspiré y volví a sentarme intentando prestar de nuevo la atención en mi lectura. Pero una bola de papel me dio en la cabeza haciendo que me diera un pequeño bote.
''Siento comportarme así contigo, de verdad, digo las cosas sin pensar, me gustaría hablar a solas, sin mis amigas, para poder aclararlo todo y poder ser buenas amigas. Me encantaría eso.
Te espero en los baños.
-Cindy-''
Me quedé leyendo una y otra vez la nota, preguntándome si eso era cierto, me costaba de creer todo eso, aun que si de verdad se arrepentía, yo estaba dispuesta en aceptar sus disculpas. Todo el mundo merece una segunda oportunidad.
Me dirigí hacia el baño sonriente, esperando poder entablar una amistad con una chica. Al entrar me encontré con toda su mandilla, con cubos de pintura que aterrizaron sobre mí.
Cindy salió de entre ellas al grito de ''¡pero que inocente puedes llegar a ser!'', todas ellas me llevaron a la fuerza de vuelta al recreo, el cual estaba lleno de gente.
Cindy me llevó con ayuda de sus secuaces hasta el centro del recreo, gritando mi nombre acompañado de ''friki'' o ''nerd'' para llamar la atención de la gente. Mientras la gente se iba dando cuenta de lo que pasaba, más se reían, dejándome en completo ridículo.
*****: Dejadla en paz-una voz de un chico desconocido sonó a mis espaldas- sois completamente asquerosas.
Me tomó de la mano, sacandome de ese pequeño infierno. Me sacó de la universidad llevándome hasta un coche negro, muy bonito, sin decir palabra, me metió dentro de este, y él me siguió poniéndose en el asiento del conductor.
*****: Mi nombre es Ayrton-dejó de mirar a la carretera unos segundos y me dedicó una sonrisa-
Tú: Yo me llamo _____(tn)-dije intentando sonreír- gracias por lo de antes...
Ayrton: No a sido nada, odio a esas par de perras, y tú no te lo mereces, te he estado observando durante un tiempo, y nunca haces nada malo-sonrió-
Tú: Gracias, creo-la pintura goteaba manchando la tapicería del coche- oh, mierda, siento mancharte la tapicería, te la pagaré-dije con un tono de voz preocupado-
Ayrton: No importa tranquila-dijo restandole importancia- dime donde vives, te llevaré a casa.
Tú: 327 Cranbrook Road-dije con una media sonrisa, él solo asintió-
Llegamos rápido, estaba exhausta por lo que había pasado, me sentía ridícula si ahora se reían de mi por lo mal que quedaba siempre, ahora... me iban a recordar eso y reírse el doble de mi durante toda mi existencia en la universidad.
Ayrton: Bueno, nos vemos mañana en clases- sonrió-
Tú: Claro...-sonreí- me preguntaba si querías subir a mi casa, tomar algo, conocernos más-dije tímida- ya sabes..
Ayrton: ¡Claro!
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